Luego de perder de visitante por 3 goles frente a Rosario Central, Independiente se despide de la chance que le quedaba para clasificar a cuartos de final de la Copa de la Liga
Si bien algunas asociaciones entre Alan Soñora, Tomás Pozzo y Damián Batallini generaron algunas chances de juego, no hubo nadie arriba que finalizara las jugadas y las convirtiera en posibles chances de gol. Ya entrado el segundo tiempo, Rosario Central comenzó a demostrar que podía ser más que este Independiente apático y así, en el minuto 26, Julián Velázquez le hizo honor a la ley del ex y con un taco impecable, estampó el 2-0 que sería el comienzo del fin de la debacle.
El Rojo salió al medio a hacer rodar la pelota e, insólitamente, la perdió. A los 28 minutos, Marcelo Benítez aprovechó la desatención y le envió un centro a Walter Montoya que definiría de primera al segundo palo de Sebastián Sosa. La desesperación comenzó a hacerse sentir y el entrenador decidió mover algunas piezas ya sin sentido: ingresaron Domingo Blanco, Juanito Cazares, Leandro Fernández y Julián Romero. El equipo estaba cada vez más perdido dentro del campo de juego y en ese embrollo entró Juan Manuel Insaurralde, quien a los 88 minutos del complemento se hizo echar de manera absurda. De esta manera, el Rojo se despide definitivamente de la clasificación y dejó en evidencia que se encuentra quebrado futbolísticamente.
Por María Victoria Pezzi