El Rojo la pasó mal en Victoria y fue ampliamente superado por un Matador que fue por todo. Sin idea de juego y forzado a jugar en su campo, Independiente no supo tener el dominio de la pelota y erró en todas sus líneas.
A los 19 minutos del primer tiempo Lucas Blondel se llevó puesto a Álex Vigo en la corrida, lanzó un centro espectacular al que tampoco llegó Edgar Elizalde y se la dejó servida a Blas Armoa quien no perdóno y estampó el 1 a 0 parcial que descolocó a un Independiente que ya venía más que perdido.
Sintiendo la presión de Tigre que nunca dejó de buscarlo, Independiente entró en una crisis generalizada y lo pagó caro: tres minutos después del primer tanto, y luego de un tiro de esquina para los de rojo, la contra quedó perfecta para el local que iba a todo o nada. Una vez más Álex Vigo quedó pagando frente a Facundo Colidio quien lo superó sin despeinarse y que le dejó servido un mano a mano frente a Milton Álvarez a Blas Armoa. Tigre ampliaba la ventaja mientras Independiente se desmoronaba cada vez más.
Minutos más tarde, Tigre comenzó a sentir el cansancio y levantó el pie del acelerador. Independiente aprovechó la baja y salió a buscar el empate bajo la conducción de Leandro Benegas quien logró desbordar y le envió un pase atrás a Alan Soñora quien mandaría un zapatazo bien alto y achicaría la diferencia de gol.
Ya entrado el segundo tiempo, Tigre delegó la pelota y se replegó a su campo para cuidar el valiosísimo resultado ya que se juegan la plaza a la Copa Sudamericana.
La idea era esperar en su campo al rival y luego golpear de contraataque pero el equipo comandado por Julio César Falcioni nunca reaccionó y sumó otra derrota preocupante.
Por María Victoria Pezzi