Al igual que le sucedió a Ezequiel Barco el año pasado, el misionero tuvo un vaivén en esta última semana dado que cuatro días atrás, en el estadio Do Gremio ubicado en Porto Alegre, Brasil, el delantero surgido de las inferiores de Independiente, falló el último penal de la tanda en la final de la Recopa Sudamericana. Hoy, al siguiente partido, anotó el gol del triunfo y fue ovacionado por la hinchada.
Cuando se dice que el fútbol da revancha no hay una ciencia que lo abale, pero si antecedentes. Desde que Martín Benítez debutó en primera, su relación con el hincha fue muy cambiante. En sus primeros partidos era considerado una nueva estrella, a tal punto que se lo comparó ni más ni menos que con Sergio Agüero. Con el paso del tiempo y en base a malos rendimientos, los aplausos se convirtieron en silbidos y reproches durante un gran lapso de tiempo. Con la llegada de Gabriel Milito como director técnico de Independiente, Martín levantó su nivel, anotó goles importantes y se -volvió a ganar- los aplausos de la gente.
Benítez nunca tuvo el reconocimiento que el público rojo le brindó hoy. Estarán pensando que el hincha de Independiente apoya a jugadores que erran penales, pero no es así. Por primera vez, y gran parte del mérito es de Ariel Holan, se le reconoció el esfuerzo y sacrificio a un jugador que, más allá de sus rendimientos, siempre priorizó al club.
La ovación de la gente para Martín Benítez:
Por Juan Novak (@Juannovaak)