Allá por el 2015, una gran tanda de jugadores llegó a Independiente de la mano de Jorge Almirón y la comisión directiva. Entre ellos estaba Gabriel Graciani, José Valencia, Mauricio Victorino, entre otros. En aquella fila de nueve jugadores presentados en un Libertadores de América colmado estuvieron también Nicolás Tagliafico y el protagonista, Diego Rodríguez Berrini. El Torito llegaba con una mano atrás y otra adelante, habiendo sido un buen pilar de Godoy Cruz y conocido por el entrenador Rojo.
Al principio, sus actuaciones en el club fueron de calidad, se ganó una pequeña simpatía de la gente hasta que llegó un duro momento que lo marginó de las canchas. Después de un buen tiempo de inactividad y varias lesiones más en el medio, el uruguayo volvió a las canchas sin ser lo que era, con más malas que buenas fue muy criticado por la hinchada de Independiente. Con el correr del tiempo y luego de una buena pretemporada, fue volviendo a su nivel y explotó recientemente en el plantel de Ariel Holan.
Una dupla magnífica junto a Nicolás Domingo, dinamizó el mediocampo del equipo tanto en ataque como en defensa, la velocidad para quitar y la acertada creación de ambos condujeron al equipo hacia un nivel extraordinario que hizo delirar a la gente y llenó de alegrías a la ciudad de Avellaneda. Pese a esto, el renocimiento no es pleno y hay más flashes que disparan al entrenador que al jugador.
Por esto, y con el foco puesto en el DT, hoy Diego Rodríguez parecería ser un jugador más que perdería su estadía en Independiente por los deseos del entrenador de contar con otros jugadores en la posición, que claramente no garantizan lo que ya el Torito demostró. Su carta de salida sería una buena oferta que el Tijuana de México habría hecho por él y que el club estimaría. ¿Serán los últimos días de él como jugador de Independiente?
En escena, como posibles reemplazantes, aparecen tres jugadores muy deseados por el entrenador. En primer lugar está Francisco Silva, volante central chileno de 32 años que no es tenido en cuenta en el Cruz Azul de México y sería factible su incorporación. En segundo plano está Carlos Benavídez, un cinco uruguayo que forma parte de Defensor Sporting quien ya ha sonado para el Rojo en otros mercados. Tiene 20 años y ha sido internacional con la selección juvenil de aquel país. Y en última instancia, el jugador a incorporar sería Eric Remedi, de 23 años, que juega en Banfield y ha tenido una grata evolución allí.
Por Elías Cardozo Bernal