Tras la victoria de Independiente de 1- 0 frente a Boca, surgió una polémica en el minuto 45 en el área del rojo que desató la furia de todos los jugadores del xeneize y terminó con Pablo Pérez expulsado con la doble amarilla por protestar. Luego habló el causante del revuelo en la noche del clásico, Gonzalo Verón, que lanzó "No fue penal, no me pega nunca en la mano. Estoy tranquilo y creo que el árbitro hizo un buen trabajo".
Luego asumió la responsabilidad de su brazo extendido y siguió sosteniendo que no existió penal en la jugada afirmando "Usé el brazo como impulso pero me pasé. Nández cabecea pero me pega en la cabeza. Es lógico por como sale la pelota. Seguramente fui imprudente en usar el brazo de esa manera. Si el árbitro cobraba penal hubiese cometido un error muy grave".
Por último con respecto de las chances que tuvo el plantel para estar en lo alto resaltó "Nos duele el partido que perdimos con San Lorenzo de local. Si ganábamos, hoy estaríamos muy cerca de Boca".
Foto: TyC Sports
Por Milena Machuca