sábado, 2 de mayo de 2020

Números en rojo

La situación financiera en Independiente es, desde hace tiempo, delicada. Hoy las deudas se acumulan, los reclamos no cesan y el horizonte parece cada vez más complicado. Las consecuencias del coronavirus solo agravarán los problemas preexistentes.
La crisis económica provocada por el COVID-19, cuyas consecuencias apenas comienzan a percibirse, está transformando el mundo. El universo del fútbol no es ajeno a las dificultades que genera la pandemia. En este escenario los clubes ya están sintiendo los primeros coletazos de una situación apremiante que parece no tener fin. Las dirigencias deportivas están apelando al ingenio para afrontar estos tiempos complejos. Algunas instituciones han solicitado adelantos de televisación, acordado reducciones salariales con sus futbolistas y otras planifican reducciones presupuestarias, tal como lo adelantó en nuestro programa el ex jugador “Beto” Alfaro Moreno, presidente del Barcelona de Ecuador. También hay quienes buscan excusas para justificar problemas preexistentes.

“Al no tener ingresos se está tratando de consensuar el tema de los sueldos. Los jugadores tienen claro cómo está al país. Hay algunos atrasos, pero ellos saben que no pueden mirar para otro lado”, aseguró esta semana el vicepresidente Pablo Moyano. A pesar del intento por negociar, se sabe que los incumplimientos vienen de larga data. De allí que la actual situación financiera del Rojo no se deba exclusivamente a los efectos de la pandemia.
A comienzos de este año, ante la escasez de recursos, el club no realizó incorporaciones y se desprendió de jugadores en forma masiva con el objetivo de reducir costos y saldar deudas. Sin embargo se registraron retrasos en los salarios, por lo que los futbolistas amenazaron en más de una oportunidad con no concentrarse. A nadie puede sorprender que ahora analicen presentar intimaciones al club vía Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA).

Por su parte, la dirigencia había sorprendido en diciembre al anunciar la decisión de someter las finanzas de la institución a una auditoría externa. De ella se encargaría Martín Redrado, economista e hincha del Rojo, y su equipo de consultores. Estaba previsto que los resultados se conocieran en marzo, según el diario El Cronista Comercial, pero aún no hay información oficial al respecto. Amplitud Independiente intentó comunicarse con Redrado y con su principal asesor, Norberto Domínguez, pero sin éxito. Desde la Comisión Directiva tampoco se han pronunciado sobre el tema.

Los números son contundentes. Tras la copa Sudamericana obtenida en 2017, la gestión Moyano gastó más de u$s 42 millones en refuerzos. Algunas de esas operaciones derivaron en causas abiertas en FIFA por falta de pago, ya que desde el club se deben cuotas por casi u$s 10 millones. Por como si fuera poco, el Rojo adeuda a sus jugadores una suma cercana a los 190 millones de pesos en concepto de sueldos y primas.
El coronavirus, cuarentena y reducción de ingresos mediante, se convirtió en un problema, claro está, pero no en el más urgente. Si bien nadie sabe cuándo, el día en que vuelva a rodar la pelota Independiente tendrá tantas o más dificultades económicas que en la actualidad producto de (des)manejos dirigenciales.

Cristian Vilardo