Dirigentes y plantel, una relación cada día más complicada
Desde el inicio de la pandemia el Orgullo Nacional confirmó el desembarco de los jóvenes atacantes uruguayos Franco Posse y Lautaro Ferreira Reggio, mientras tiene al caer desde el ascenso a Antony Alonso y a Gerardo Alegre Rojas. Todas las operaciones requieren el visto bueno de la Coordinación general de Inferiores, a cargo de Fernando Berón desde 2016. Voces experimentadas de la institución le apuntan al coordinador por estos manejos y, sobre todo, por la cantidad de juveniles libres de otros clubes que llegan a Independiente. Un caso actual es el de Diego Mercado, que proveniente de Boca se sumó a la reserva de Leandro Stillitano. El volante quedó con la ficha en su poder el pasado 30 de junio cuando venció su contrato y no se llegó a un acuerdo para su continuidad. Más allá de la intención de Pusineri de retenerlo y del impasse en las conversaciones con su representante, lo cierto es que se trata de un futbolista de 23 años que sólo disputó tres partidos en Primera.
Mercado, a pesar de las intenciones de Pusineri de retenerlo,
decidió seguir su carrera lejos de Independiente
Pero la lista es algo más amplia. Por ejemplo Brian Ferreira, volante de 22 años, llegó libre de Olimpo para integrar la Reserva de Berón en 2016. Al año siguiente el centrodelantero Emanuel Mercado llegó en libertad de acción desde Newell's y ahora acaba de finalizar su vínculo con el Rojo que optó por no renovarle a pesar de la escasez de variantes en ese puesto. El atacante de 23 años completó 22 encuentros en las juveniles y anotó en 12 ocasiones. Ya en 2018 el arquero uruguayo Diego “pocho” Sevogia fue, según medios de aquel país, transferido desde Barrio Obrero de Paysandú a Independiente, donde hoy alterna entre 3º y 4º Cuarta División. Nunca se informó desde el club si hubo que realizar una erogación para su arribo. El año pasado se contrató a Juan Román Zarza y a Agustín Lezcano. El primero, máximo artillero de la Tercera de Tigre, se destacó en la última edición de la Copa Ipiranga, en Brasil, mientras que el restante provino a préstamo de Quilmes y pronto se convirtió en goleador. Entre ambos, el Rey de Copas desembolsó la friolera de 550.000 dólares. Ninguno de ellos ha debutado en Primera División. ¿Esto es fruto del trabajo de captación que tanto se pregona? Más contradicciones.
Al comienzo del aislamiento social sorprendió la incorporación a la Reserva de Franco Posse. El delantero de 19 años proviene de Liverpool de Uruguay. Los detalles de la operación indican que si el Rojo se quiere quedar con el jugador en diciembre deberá pagar 250.000 dólares por el 50% del pase y luego una opción de comprar un 25% más en un valor de 1.000.000 de la misma moneda. Además, la semana pasada se conoció el fichaje para la 5º División de Lautaro Ferreira Reggio, otro atacante de 18 años con paso por Nacional de Uruguay. Lo curioso es que el futbolista ya figuraba inscripto desde marzo en la Gerencia del Registro de Jugadores de la AFA. A las pocas horas también se supo que Antony Alonso, delantero de 22 años con paso por Atlas y por J.J. Urquiza –aunque su pase pertenece a Deportivo Riestra- estará a prueba. En la misma situación se encuentra “el sicario” Alegre Rojas, defensor de 21 años que se desempeñaba en Camioneros. Se refuerzan las juveniles y no la Primera, vaya paradoja.
Gerardo Alegre Rojas, de Camioneros a Independiente sin escalas
Según pudo saber Amplitud Independiente, ninguno de las cuatro adquisiciones de cuarentena fue solicitada por Pusineri, que se mantuvo al margen de las negociaciones. Mientras intenta llevar tranquilidad a la parcialidad roja, puertas adentro el ex mediocampista desespera por la sangría de jugadores y la falta de caras nuevas. Tal es el escenario que el técnico declaró que aún considera como parte del plantel a Martín Campaña y Gastón Silva, quienes a partir de sus acciones ya demostraron tener armadas las valijas para despedirse de Avellaneda. Lo mismo sucede con Juan Sanchez Miño, Lucas Romero y Silvio Romero. Es un intento de Pusineri por transmitir calma en un momento complejo, ¿pero hasta cuándo soportará? Desde su asunción no sólo careció de incorporaciones sino que además perdió jugadores como Pablo Pérez que consideraba clave para su armado. Ni hablar del último clásico que golpeó fuerte a todo el plantel. El joven DT sabe que se juega una parada difícil, aunque fiel a su personalidad, no pone reparos -al menos públicamente- para afrontarla.
El modelo de gestión Moyano exhibe desde hace al menos dos años falencias que no pueden disimularse con verborrágicas apariciones mediáticas que responsabilizan a terceros. Los errores cuestan cada vez más caro, amenazando con hipotecar el futuro de la institución. Independiente no puede ni debe ser comandado por un trinomio, que además ostenta nulos conocimientos sobre fútbol. El desmanejo en cuanto a los refuerzos y a las inferiores, entre otras contradicciones flagrantes, explican sólo en parte porque la caldera del diablo parece a punto de explotar.
Cristian Vilardo