domingo, 1 de noviembre de 2020

Independiente logro un triunfo sin sobrarle nada

 El Rojo se impuso sobre Central Córdoba de Santiago del Estero por 1 a 0 con gol de Claudio Riaño en contra. Lucas Pusineri presento una formación alternativa, ya que guardo varios titulares para la revancha ante los tucumanos por la Copa Sudamericana. El conjunto de Avellaneda arranco con el pie derecho en la Copa de la Liga Profesional.


Independiente sigue en búsqueda de una identidad de juego. Parece que el camino será largo, pero mientras tanto, acumulo su segunda victoria al hilo y el cuarto encuentro sin recibir goles. Datos alentadores para Lucas Pusineri y compañía.

Más allá de que el entrenador del Rojo presento una formación alternativa con nueve jugadores surgidos de las inferiores, pensando en el duelo del próximo jueves, lo importante para Independiente es que continua por la senda de la victoria.

El conjunto de Avellaneda arranco presionando en campo rival, pero ese pressing le iba a durar poco. Igualmente, la ventaja iba a llegar en los primeros minutos del encuentro. A los siete minutos, un córner desde la derecha ejecutado por Andrés Roa encontró al “chaco” Martínez, hasta que Claudio Riaño envió la pelota en contra de su arco. El Rojo sorprendía de entrada y ponía el uno a cero.

A partir de ese instante, los dirigidos por Alfredo Berti fueron con todo por el empate. Tuvieron claridad en Cristian Vega y Pablo Algañaraz, quienes fueron predominantes para preocupar en la defensa de Independiente. Por su parte, los de Pusineri se replegaron y buscaban un contragolpe rápido en los pies de Roa y Nicolás Messinitti.

Central Córdoba iba a comenzar a tener sus chances para igualarlo. Aunque no contaban con quien sería la gran figura de la tarde-noche: Sebastián Sosa. El arquero uruguayo volvió a salvar al Rojo como en el encuentro de ida ante Atletico Tucuman. Fue clave para llevar la victoria para Avellaneda.



Primero el uno le ahogo el grito a Pablo Algañaraz con una tapada estupenda en un mano a mano. Más tarde, el mismo Algañaraz le gano la espalda a Alan Franco y nuevamente quedo cara a cara con Sosa. Esta vez su remate dio en el palo. Independiente se salvaba otra vez.

En el complemento, Central Córdoba se relajó e Independiente no pudo liquidar la historia. El Rojo mantuvo la posesión de la pelota, pero no fue profundo. Pusineri realizo algunas modificaciones, aunque no alteraron el transito del encuentro.

En el tercer minuto de descuento, un tiro de esquina desde la derecha derivo en un cabeza del Oso Sánchez. Nuevamente Sosa con una atajada extraordinaria volvió a salvar al Rojo.

De esta manera, Independiente logro sus primeros tres puntos en la Copa de la Liga Profesional. Aun no apareció el juego, pero las victorias se suceden. Ya llegara el tiempo de haber encontrado un equipo que logre una identidad de juego.

El próximo jueves será el turno de definir la suerte en la Copa Sudamericana ante Atlético Tucumán, mientras que por la Copa de la Liga Profesional enfrentará a Colon de Santa Fe como local el próximo lunes desde las 17 en el Libertadores de América.

Síntesis:

Central Córdoba: Alejandro Sánchez; Ismael Quilez, Oscar Salomón, Nahuel Banegas y Jonathan Bay; Juan Galeano, Cristian Vega, Ariel Rojas y Juan Vieyra; Claudio Riaño y Abel Argañaráz. DT: Alfredo Berti.

Independiente: Sebastián Sosa; Gonzalo Asís, Sergio Barreto, Alan Franco y Thomas Ortega; Juan Ignacio Pacchini y Lucas González; Domingo Blanco, Andrés Roa y Braian Martínez; Nicolás Messiniti. DT: Lucas Pusineri.

Gol en el primer tiempo: 7m. Riaño (CC), en contra (I).

Cambios en el segundo tiempo: Al comenzar Sebastián Ribas por Vieyra (CC); 12m. Federico Martínez por Roa (I); 22m. Lucas Romero por González (I); 27m. Leandro Vella por Galeano (CC); 30m. Francisco Cerro por Rojas y José Luis Fernández por Argarañáz (CC); 35m. Alan Velasco por Blanco (I) y 42m. Nahuel Barrios por Bay (CC).

Amonestados: Bay, Banegas, Ribas y Galeano (CC). González (I).

Árbitro: Pablo Dóvalo.

Estadio: Alfredo Terrera (Central Córdoba, Santiago del Estero).

 

Por: Leonardo Papaleo