El Rojo se trajo una igualdad en cero de la cancha de Lanús, en el encuentro valido por la ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Deberá ganar en Avellaneda la próxima semana si quiere meterse en las semifinales.
El equipo
de Lucas Pusineri se quedó en buenos intentos en la tarde-noche de La Fortaleza
granate. Es que la igualdad en cero dejo un sabor a poco, ya que conto con las
situaciones más claras durante los noventa minutos para quedarse con la
victoria. No fue efectivo y deberá redimirse el próximo jueves en el
Libertadores de América.
En el
inicio del encuentro, el conjunto local pareció tener el dominio de las
acciones. Independiente replegado y sin Silvio Romero (ausente a último
momento), no lograba hacerse con la tenencia de la pelota. Lanús intentaba
llevar peligro con la sociedad en delantera entre Pedro De la Vega, José Sand y
Franco Orozco.
De todas
maneras, el Rojo sufría el primer percance de la tarde. Lucas Romero se iría
lesionado sobre los 19 minutos e ingresaría en su lugar Carlos Benavidez. El
equipo de Pusineri se quedaba sin uno de los jugadores que mejor había rendido
en los últimos encuentros.
Así las
cosas, con un Independiente que buscaba lastimar de contragolpe, el equipo de
Luis Zubeldia aprovechaba atacar por la espalda de Lucas Rodríguez. En uno de
esos intentos, tuvo la más clara del primer tiempo en los pies de José Sand,
quien quedo habilitado y definió cruzado sobre la salida de Sebastián Sosa. Su
disparo se fue afuera besando el palo derecho.
Lanús
aprovechaba las desconcentraciones de Independiente en la última línea y sobre
los 23 minutos, lo iba a tener nuevamente Sand. Tras un centro bajo de De la
Vega tapaba Sosa y volvía a salvar al Rojo.
De repente,
el conjunto de Avellaneda se acomodó en el partido y empezó a inquietar a su
rival. Una buena maniobra de Federico Martínez por derecha, encontró su
desborde y con un derechazo cruzado alcanzo a salvar Lautaro Morales. En el
rebote Nicolás Messinitti no pudo definir.
Sobre los
27 minutos, el Rojo buscaba desesperadamente la apertura del marcador. Una
buena combinación entre Martínez y Fabricio Bustos encontró la definición del uruguayo,
pero Morales salvo al granate.
Y sobre el
final de la primera parte, se juntaron Alan Velasco y Lucas Rodríguez por la
izquierda. Con un pase de emboquillada de la “joya” sobre el cuerpo de Morales,
el Rojo estuvo muy cerca de convertir, pero Brian Aguirre salvo sobre la línea para
el local.
De esta
manera se irían al descanso con una igualdad en cero, aunque habían merecido
ambos, por lo menos, la apertura del marcador.
En el
complemento, parecieron replegarse los dos equipos y buscar alguna contra para
poder llegar al gol. Con mucho cuidado transitaron los últimos 45 minutos.
En ese
plano, el granate tuvo su chance cuando Alexandro Bernabei, con un centro atrás,
quiso habilitar a Orozco, pero Barboza lo anticipo y evito la caída del arco de
Sosa. El Rojo volvía a sufrir ante la velocidad de los delanteros de Lanús.
Promediando
el segundo tiempo, Pusineri dispuso los ingresos de Alan Soñora, Marcos
Landaburu y Jonatán Menéndez por Pablo Hernández, Nicolás Messinitti y Federico
Martínez. El entrenador de Independiente buscaba frescura en ataque con las
modificaciones.
De todos
modos, la tesitura del encuentro no cambio demasiado. Sobre el final, en tiempo
adicionado, Soñora tuvo en sus pies la victoria roja. En un mano a mano con
Morales, increíblemente su disparo se fue contra un palo. Así desperdicio la última
chance de llevarse la victoria y el gol de visitante para la revancha del
jueves próximo.
Con este
resultado, a Independiente solo le sirve un triunfo la semana que viene en Avellaneda.
Un empate con goles depositara a Lanús en las semifinales. Un nuevo empate en
cero implicara definir la serie por penales. Todo está por verse.
Por lo
pronto, Independiente se medirá el domingo ante Huracán desde las 21.30 en el
Tomas Adolfo Duco. Sera el encuentro valido por la primera fecha de la Zona A
de la Fase Campeón de la Copa Diego Maradona. A cambiar el chip para pensar en
el ámbito local.
Por: Leonardo Papaleo