El director técnico de Independiente irradió confianza de cara al partido decisivo ante Ceará: 'Hay entusiasmo'.
Con la satisfacción del deber cumplido. Así terminó la noche Eduardo Domínguez. El Rojo goleó a La Guaira y sigue con vida en la Copa Sudamericana. A pesar de que sus dirigidos deberán vencer a Ceará por al menos dos goles de diferencia para acceder a octavos de final, el entrenador se mostró tranquilo y contagió confianza de cara a un encuentro que va a ser determinante para darle un cariz un poco más positivo a un semestre flojo.
“Lo primero era ganar y lo conseguimos. Todo depende de nosotros y eso es lo más lindo. Seguimos en camino. El último partido va a ser con nuestra gente y su apoyo, que es fantástico”, comentó el técnico de 43 años, aliviado por el rendimiento que tuvo el Rojo frente al conjunto venezolano.
El entrenador analizó el partido: “El gol en contra fue un punto de inflexión y a partir de ahí el equipo empezó a ser más. Tuvimos chances claras, los cambios entraron muy bien y nos dieron frescura. Sabíamos cómo teníamos que atacar y sabíamos que por adentro iba a ser muy difícil ante un rival tan metido atrás”. ¿Qué les dijo a los jugadores en el entretiempo para que el Rojo cambie la cara? “Teníamos que ser pacientes. Quedamos a dos goles y hay entusiasmo”.
Por: Leonardo Papaleo