domingo, 24 de mayo de 2020

El Rey de América

Un día como hoy pero de 1972 Independiente derrotaba por 2 a 1 a Universitario de Perú en la final de la Copa Libertadores. Era su tercer título y el inicio de un récord hasta ahora inigualable: ningún otro equipo ha logrado quedarse de forma consecutiva con cuatro ediciones del máximo torneo continental como lo hizo el Rojo durante su época dorada.
El "Pato" Pastoriza y el "Chivo" Pavoni con la copa en manos

El recuerdo de aquellos vitalicios reunidos en el playón de la tribuna popular de la Doble Visera, junto al carro símil locomotora en que se vendía maní, vino a mi memoria. Entre tantas hazañas narradas que me deslumbraban cuando niño, en esta fecha voy a rescatar una en particular acerca de la gloriosa década del ’70 y el inicio del reinado de América.

Un 24 de mayo de 1972 Independiente vencía como local a Universitario, con mayoría de futbolistas que formaban parte de la por entonces destacada selección peruana, y se consagraba por tercera vez campeón de la Libertadores. Pero además esa fecha marcaría el primer paso hacia el tetracampeonato copero, logro irrepetible hasta el momento.
El capitán Pavoni durante el sorteo inicial del partido de ida que terminaría 0 a 0

En mi infancia Internet era algo desconocido, por lo que no abundaban las maneras de conocer detalles sobre el pasado. Una forma de aprender acerca de la rica historia del club era acceder a alguna revista antigua, cosa que rara vez lograba gracias a la familia de un compañero de la primaria. Pero lo mejor era escuchar a los que habían vivido en carne propia esos años de ensueño ya sea durante la caminata hacia el estadio o, una vez dentro, en la previa del encuentro que nos convocaba. A partir de entonces comencé a entender por qué ciertos nombres son próceres en Avellaneda.

Miguel Angel “Pepe” Santoro era el arquero del conjunto que se impuso 2 a 1 frente a los peruanos. Ricardo “Chivo” Pavoni brillaba en la defensa y José Omar “Pato” Pastoriza, a quien sólo conocía en su rol de entrenador, deleitaba desde el mediocampo. Así me lo repite cada vez que lo consultó mi viejo, que de gloria continental sabe mucho ya que festejó todas y cada de uno de las copas que lucen en nuestras vitrinas. No puedo menos que envidiarlo.

Los goles de la consagración los conseguía un tal Eduardo Maglioni, de quien alguna vez había leído que ostentaba el récord de haber convertido por triplicado en poco más de un minuto y medio ante Gimnasia de La Plata. Pero desconocía que había marcado los tantos clave para una conquista tan importante, la que a la postre significaría el comienzo del reinado de América.
Maglioni se barré para anticipar a su marca. La pelota se dirigiría a la red 
para poner el 2-0 parcial. El Rojo se encaminaba hacía una nueva consagración

Entre 1972 y 1975 el Rojo obtuvo de forma consecutiva las cuatro ediciones de la Libertadores, alzándose como la institución con mayor cantidad de títulos internacionales del mundo. Desde entonces y durante 30 años Independiente fue, incluso por encima de potencias europeas como Real Madrid o Milan, el club más copero del universo. Esa marca le valió el mote de “Campeón Internacional del Siglo”. Homenaje merecido.

Cuantas noches de gloria tuvo la queridísima Doble Visera. Pensar que poco pude disfrutar de ella. Nostálgico me lamento de no haber vivido aquella gesta copera, ni los acontecimientos que con orgullo y tesón rememoraban incansablemente aquellos vitalicios desde el descanso de la popular. Ese templo del fútbol, junto a sus veteranos espectadores, tuvieron el placer de ver en cancha desfilar a los más grandes jugadores de todas las épocas: Alfredo Di Stéfano, Edson Arantes do Nascimento (o simplemente Pelé), Johann Cruyff y Diego Armando Maradona. De aquellos encuentros en los inicios de Di Stéfano a la goleada memorable por 5-1 en un amistoso ante el Santos de Pelé. Unos minutos de Cruyff, líder del sensacional Ajax holandés, que salió lesionado por la pierna fuerte del tano Mírcoli. En tiempos más recientes, la rabona maradoniana tapada por el “Loco” Islas.



La progresión de títulos internacionales en los últimos 40 años

Todavía hoy me parecen mentira todos los hitos que enaltecen la historia del Rojo. Pero son reales y están guardados en las retinas de los afortunados que los disfrutaron, en la memoria de los futboleros en general, en los libros y en algunas imágenes que circulan por la Web. Es muy prematuro aunque confieso que ya comienza a inquietarme pensar en qué podré transmitirles, en un futuro lejano, a las próximas generaciones desde las gradas del Libertadores de América.

Cristian Vilardo