lunes, 21 de diciembre de 2020

Independiente sigue luchando contra sus propios fantasmas

El Rojo volvió a perder y preocupa. La derrota fue por 2 a 1 ante Boca con goles de Franco Soldano y Edwin Cardona para el xeneize, mientras que Silvio Romero había abierto la cuenta para el dueño de casa. Con este resultado, el equipo de Lucas Pusineri se empieza a despedir de la Copa Diego Maradona.


Luego de una semana nefasta, faltaba la estocada final. Otra vez sopa. Como ante Huracán y Lanús. El Rojo no responde y ya parece psicológico. Los fantasmas lo atormentan y no lo dejan ser.

Independiente sabía que debía ganar o ganar después del papelón ante el Granate por Copa Sudamericana. El clásico ante el Boca muletto parecía la oportunidad para empezar a despegar.

Sin embargo, en el comienzo del encuentro los dirigidos por Miguel Angel Russo fueron los dueños de las acciones. Con un mediocampo integrado por los juveniles Alan Varela y Exequiel Zeballos, sumado al aporte de Diego “el pulpo” González, los de la Ribera ejercían el protagonismo.

De todos modos, Independiente comenzó a asentarse en el encuentro promediando la primera mitad. A través de las intervenciones de Andrés Roa, Jonatán Menéndez y Alan Velasco. Los tres proponían vértigo en tres cuartos de cancha en adelante.

De esta manera llegaría la apertura del marcador. Luego de un buen centro de Fabricio Bustos, apareció el goleador Silvio Romero entre los centrales y con un certero cabezazo dejó sin reacción a Agustín Rossi. El Rojo se ponía en ventaja y estaba bien.



Boca insinuó una recuperación, pero murió en el intento. Alan Velasco seguía haciendo de las suyas y Roa era la manija del equipo.

Sobre el final de la primera etapa, Mauro Vigliano omitió una mano de Lucas González adentro del área y en la réplica sancionó penal para el rojo tras una carga ilegal a Jonatán Menéndez. El colombiano Roa se hizo cargo de la ejecución (raro que no haya pateado Romero) y Rossi desvió el disparo anunciado. Independiente desaprovechaba la chance del partido.


En el complemento, Lucas Pusineri realizó una variante más que polémica. Afuera Silvio Romero (sufrió una molestia en los aductores) y en su lugar ingresó Alan Soñora. Independiente salía a jugar el segundo tiempo sin una referencia de área y replegado en su campo a la espera de un contragolpe para liquidar el encuentro. Lo tuvo nuevamente Roa en un mano a mano, pero volvió a fallar. La pelota salió besando el poste izquierdo de Rossi.

Y tanto replegarse contra su arco, terminó por agrandar al rival. Russo mandó a la cancha a Edwin Cardona y Sebastián Villa y en un abrir y cerrar de ojos, Boca pasó al frente. El Rojo pagó caro sus propios errores.

A diez minutos del final, una infracción dudosa sobre Buffarini. Centro desde la derecha para que Franco Soldano conecte de cabeza ante la mala salida de Sebastián Sosa.

Y sobre el final del encuentro, otra vez Cardona con su habilidad fue el encargado de poner el 2 a 1 con un disparo desde afuera del área que no pudo evitar Sosa. Quizás Boca se llevó un premio excesivo, pero fue el menos “amarrete” de los dos. Pusineri pagó caro replegar tanto al equipo contra su arco y lo sufrió en el epílogo del encuentro.

Independiente tiró por la borda la buena producción que había desarrollado durante la primera etapa y así, casi que se despide de la Copa Diego Armando Maradona. Perdonó demasiado, lo pagó carísimo y tanto el equipo como el entrenador vuelven a dejar demasiadas dudas pensando en el futuro.

Por: Leonardo Papaleo