El Rojo tuvo una pálida actuación en La Paternal y en Amplitud Independiente le ponemos puntaje a los futbolistas que fueron parte de la primera derrota en en el campeonato.
Sebastián Sosa (4): le llegaron 2 veces y le convirtieron 2 goles. Además de no brindar seguridad, ya no te salva.
Alex Vigo (3): demasiado pobre lo del lateral, que además de no tomar buenas decisiones, se cansaron de ganarle la espalda.
Sergio Barreto (4.5): ganó bien de arriba en el gol de Benegas, pero no fue un buen partido. Nuevamente sale lejos en el segundo del Bicho.
Juan Manuel Insaurralde (3): otro que tuvo un partido para el olvido y comienza a completar un ciclo cumplido en el club. Lento, con horrores defensivos y quedó en la foto de los dos tantos de Argentinos.
Lucas Rodríguez (3): tiene la capacidad de pararse bien en la cancha, pero no aporta en ataque y tiene problemas serios a la hora de defender.
Lucas González (3): se metió entre los once por la ausencia de Lucas Romero, pero desaprovechó totalmente la oportunidad. Impreciso en los pases y se cansó de perder pelotas.
Gerónimo Poblete (4): venía se completar un muy buen partido con Talleres, pero esta noche se lo vio desordenado, alternando buenas y malas en los quites y pases.
Alan Soñora (3): muy flojo, malas decisiones, pérdidas fáciles de pelotas. Dejó la cancha con un traumatismo en la rodilla en el complemento.
Leandro Fernández (5): de los poquitos que mostró algo de rebeldía y que se lo vio con ganas de revertir el resultado.
Leandro Benegas (5): el gol y no mucho más. No estuvo tan participativo y cuando lo hizo, ganó y perdió.
Gastón Togni (3): Domínguez lo tiró a la cancha desde el arranque por un cuestión táctica que claramente no le funcionó. Salió en el entretiempo.
Juan Cazares (3): ingresó en el inicio del segundo tiempo y se lo vio con una displicencia y falta de compromiso alarmante.
Joaquín Laso (3): entró en el complemento para armar una línea de 5 en el fondo, donde cometió un error garrafal en el segundo gol de Argentinos y luego se ubicó en la mitad de la cancha, en una posición totalmente desconocida para él.
Por: Leonardo Papaleo