Independiente arrancó el último partido de la temporada, postergado de cuando la CONMEBOL decidió adelantarle el partido de Sudamericana ante el rival con el que quedaría eliminado, y saltó a la cancha con nuevos aires de buen futbol que con el correr de los minutos fue decayendo, y Newell’s lo dio vuelta para dejarle claro al Rojo que la Lepra, no se quita.
 |
| Foto: Prensa Newell’s |
El arranque fue favorable al equipo de Rosario, por sus varias llegadas y remates al arco de campaña que no causaron mucha preocupación en este pero si en la hinchada que le era imposible obviar los desajustes defensivos. Todo cambió en el minuto nueve, cuando Figal le lanza un preciso pase a Cecilio Domínguez quien, como manda el precio de su transferencia, utilizó para definir magistralmente y enviar la pelota por encima del arquero para abrir el marcador.
La alegría roja duró poco, ya que media hora mas tarde llegó la igualdad a partir de una jugada simple, pero muy efectiva. Un pelotazo de casi 40 metros de Anibal Moreno para Gabrielli, quien se encontró con la redonda por detrás de la línea de los defensores y con esfuerzo pero con la precisión adecuada, logró desviarla hacia el segundo palo, lejos de Campaña que poco pudo hacer ante la rapidez de la jugada. Pero cuando parecía que la paridad se mantendría, le cometen un penal a Alan Franco en el último minuto y dentro del área visitante, que Silvio Romero supo transformar en gol.
Ya en el segundo tiempo el fútbol de Independiente fue siendo cada vez peor, por cada minuto jugado y fue así que a la hora de partido, Newell’s supo explotar el punto débil de Independiente y gracias a un certero tiro de esquina enviado por Bittolo, Fontanini en el área pudo cabecear con comodidad y acertar el empate. La bronca caía, mientras tanto, en los jugadores locales que ya comenzaban a mostrar signos de fastidio, bronca y también cansancio ante la situación, la cual no mejoró ya que tras varios errores no forzados por el rival, los delanteros de la Lepra consiguieron tocar en el rectángulo de Campaña casi sin oposición y así fue como Maxi Rodríguez quedó frente al arquero uruguayo y con simpleza definió para desatar la alegría del público visitante.
Se cierra otro año para Independiente, con mas malas que buenas y con un futuro incierto en el que está muy en duda la continuidad de muchos jugadores, a los que en su mayoría muchos hinchas les ha perdido respeto y confianza, sumado a la falta de un entrenador, y las primeras dudas manifestadas en el estadio sobre la dirigencia. Tal vez el próximo año sea bueno o no, aún no hay certezas en el mundo del Rey de Copas, pero Newell’s vino a Avellaneda a dejar en claro que al Rojo la lepra, todavía, no se le quita.