miércoles, 16 de febrero de 2022

Ganó con lo justo y sufriendo

Independiente venció a Arsenal por 1 a 0 con gol de Tomás Pozzo, en un partido que padeció por momentos, aunque pudo sacar adelante en su estadio y con un clima enrarecido. Fue el primer triunfo de Eduardo Domínguez como entrenador del Rojo, pero hay mucho por mejorar de cara al futuro.


Fue un partido chivo, por donde se lo mire. La lógica indicaba que de local y ante Arsenal de Sarandí, el Rojo podía llegar a sufrir y así fue. Independiente tuvo que transpirar la gota gorda para sacarse de encima al difícil equipo de Leonardo Madelón en casa. El triunfo por la mínima diferencia con gol de Tomás Pozzo sólo sirve para calmar las aguas de un estadio que mostró su bronca nuevamente contra la dirigencia. Al Rojo no le sobró nada, pero podrá ser un punto de partida para lo que viene.

Eduardo Domínguez avisó durante la pretemporada. El diagnóstico era acertado: el equipo necesita un centrodelantero. Después de la salida de Silvio Romero, a Independiente le cuesta muchísimo convertir. Sin embargo, la gestación de juego también es otro de los déficit como conjunto. No aparece Alan Soñora, tampoco Andrés Roa, poco de Damián Battallini. Por momentos, en Independiente hay incertidumbre y no se sabe a lo que juega.

Con una postura mucho más ofensiva que con Julio César Falcioni, el equipo deja muchos espacios a la espalda de los defensores y Arsenal eso lo aprovechó con pelotazos profundos. Además, siempre dio una sensación de fragilidad en el juego áereo.

En el primer tiempo, se vio todo lo que Domínguez no busca de su equipo. Independiente fue previsible para atacar y en su mayoría volcó su ataque por la derecha con las subidas de Alex Vigo, que casi nunca terminó bien las jugadas, salvo un centro atrás para Roa. El local nunca le encontró la vuelta a lo que le planteó Madelón: orden atrás, salir volando para las contras y sacarle jugo a la pelota parada. De hecho, fue el Viaducto el que estuvo más cerca en la primera mitad con un centro pasado que encontró una mala salida de Sosa.

Recién promediando el segundo tiempo, llegó la reacción. Con la gente perdiendo la paciencia en las tribunas, Domínguez movió el banco y mandó a la cancha a Pozzo por Soñora, y sacó a Ortega y puso a Togni. Con una postura aún más ofensiva, el Rojo comenzó a llenar de centros el área de Arsenal. Sin claridad para ingresar con pelota dominada, la vieja fórmula fue la que le dio resultado al DT. 

Insaurralde tuvo dos cabezazos claros, uno dio en el poste y el otro fue desviado por Werner. De ese segundo testazo llegó el gol del triunfo tras el córner. A Pozzo le quedó servida, ensayó un remate que iba derecho al arquero pero contó con la fortuna de un desvío que descolocó al uno de Arsenal. El Rojo se ponía en ventaja.

Esa misma suerte del juvenil, la tuvo Independiente sobre el final, ya que en el cierre del partido Arsenal lo apuró y contó con chances de lograr el empate. Madelón dejó de lado su planteo ultradefensivo y fue con todo en busca de la igualdad. No pudo lograrlo por la mala puntería de Cristián Chimino que se encontró con un Sosa notable y por Roa que la salvó en la línea.

En definitiva, fue triunfo de Independiente y nada más. No le sobró nada al equipo Rojo y ahora deberá enfocarse en Vélez, ya que el sábado por la noche tendrá que visitar el Amalfitani en otra difícil misión. 

Por: Leonardo Papaleo