domingo, 10 de julio de 2022

Se viene el estallido

Independiente cayó derrotado por 1 a 0 frente a un Racing que pudo haberlo lastimado aún más y la tensión institucional no tiene fin.


El Rojo visitó esta tarde a su eterno gran rival y, una vez más, jugó pésimo. Tras haber perdido frente a Patronato y Platense, Eduardo Domínguez movió las piezas luego de la llegada de los refuerzos buscando ganarle a la Academia pero Independiente nunca estuvo a la altura que semejante partido merece. 

A los pocos minutos de comenzado el partido, Racing salió a comerle los tobillos al Rojo sabiendo las falencias defensivas que el Rojo presentaba. Cada pelota que llegaba al área roja era un suplicio. Joaquín Laso nunca encontró su lugar y Sergio Barreto hizo lo que pudo. Tras 8 minutos de juego y a través de un córner, la pelota se desvía en el centro y quedó servida para Gabriel Hauche, el gran verdugo de Independiente. El peligro era inminente: con una chilena espectacular, Hauche dejó pagando a todos, inclusive a Sebastián Sosa sellando el 1 a 0 parcial. 

El gol fue un gran envión anímico para la Academia, quien siguió insistiendo con llegar a rematar a un Independiente que ya comenzaba a perder la cabeza. Once minutos más tarde, Joaquín Laso salió a partirle el tobillo a Emiliano Vecchio dentro del área. Era penal, cobrado por el árbitro Rapallini. El elegido para dirigirse desde el punto penal fue Enzo Copetti, quien estrelló la pelota en el palo derecho de Sebastián Sosa y le dio una chance más a Independiente. Chance que el Rojo nunca supo aprovechar.

A los 35 minutos, Eduardo Domínguez decide sacar a Damián Batallini quien, además de estar en otro partido, había sido amonestado y corría la chance de dejar con 10 al equipo. Leandro Fernández fue el elegido para reemplazarlo y para ejercer presión en la delantera. También ingresó Tomás Pozzo, luego de haberse recuperado de su lesión, pero nada pudo hacer y entró en la nebulosa generalizada que estaba viviendo Independiente.

El segundo tiempo fue de “Titanes en el ring”, ninguno de los dos equipos mostró una actitud ganadora, más bien se preocuparon más por lastimarse mutuamente. Independiente sólo llegó a través del refuerzo Chuky Ferreyra tras un derechazo al ángulo que quedó en la nada y un cabezazo sobre el final de Juan cazares.

¿El medio? Un colador. Iván Marcone no logró frenar ninguna de las embestidas de la Academia y tampoco distribuyó el juego. 

Racing, sin ser un gran ganador, supo aprovechar las desastrozas actuaciones individuales de los jugadores del Rojo y logró llevarse los 3 puntos. Más leña a un fuego que parece no tener fin y que pone en duda la continuidad de Eduardo Domínguez como entrenador. 

Por Victoria Pezzi